Quevedo. Amor constante más allá…

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

Autor del audio: José Luis Gómez. Académico de la Lengua. 

Audio procedente de aquí

Suscríbete a nuestra lista de distribución
¡DIFUNDE LITERATURA!

Suscríbete a nuestra lista de distribución

¡DIFUNDE LITERATURA!

Vamos a lograr que la LITERATURA vuelva a ser importante en el aula. 

Vas a recibir un correo y TENDRÁS QUE CONFIRMAR TU SUSCRIPCIÓN.