Dámaso Alonso. ¿Existes?, ¿no existes?

El tema de Dios es un continuo en la obra de Dámaso Alonso; de hecho este poema podría pertenecer a Hijos de la ira, de 1944, donde el tema de un Dios ajeno a las expectativas del ser humano ya aparece. Este poema es de 1986 y vemos que al menos temáticamente se mantiene la búsqueda de Dios.

I

¿Estás? ¿No estás? Lo ignoro; sí, lo ignoro.
Que estés, yo lo deseo intensamente.
Yo lo pido, lo rezo. ¿A quién? No sé
¿A quién? ¿A quién? Problema es infinito.
 
¿A ti? ¿Pues cómo, si no sé si existes?
Te estoy amando, sin poder saberlo.
Simple, te estoy rezando; y sólo flota
en mi mente un enorme «Nada» absurdo.
 
Si es que tú no eres, ¿qué podrás decirme?
¡Ah!, me toca ignorar, no hay día claro;
la pregunta se hereda, noche a noche:
mi sueño es desear, buscar sin nada.
 
Me lo rezo a mi mismo: busco, busco.
Vana ilusión buscar tu gran belleza.
Siempre necio creer en mi cerebro:
no me llega más dato que la duda.
 
¿Quizá tú eres visible? ¿O quizá sólo
serás visible, a inmensidad soberbia?
¿Serás quizá materia al infinito,
de cósmica sustancia difundida?
 
¿Hallaré tu existir si intento, atónito,
encontrarte a mi ver, o en lejanía?
La mayor amplitud, cual ser inmenso,
buscaré donde el mundo me responda.
 
II
¿Pedir sólo lo inmenso conocido?
¿Pedir o preguntar al Universo?
No al universo de la tierra nuestra,
bajo, insensible, monstruoso, duro;
 
sí al Universo enorme, ya sin límites,
con planetas, los astros, las galaxias:
tal un dios material, flotando luces
en billones de años, sin fronteras.
 
Allí hay humanidades infinitas;
las llamo tal, mas son de extrañas formas:
nada igual a los hombres de esta tierra,
que aquí lloramos nuestra vida inmunda.
 
¡Extremado Universo, inmenso, hermoso!
Con eterna amplitud, materias cósmicas,
avanzan infinitas las galaxias,
nebulosas: son gas, sólidas, líquidas.
 
III
Inmensidad, cierto es.
Mas yo no quiero
inmensidad-materia; otra es la mía,
inmaterial que exista ( ¡ay, si no existe! ),
eterna, de omnisciencia, omnipotente.
 
No material, ¿pues, qué? Te llamo espíritu
(porque en mi vida espíritu es lo sumo ).
Yo ignoro si es que existes; y si espíritu.
Yo, sin saber, te adoro, te deseo.
 
Esto es máximo amor; mi amor te inunda;
el alma se me irradia en adorarte;
mi vida es tuya sólo (¿ya no dudo? ).
Amor, no sé si existes. Tuyo, te amo.


Dámaso Alonso, Duda y amor sobre el Ser Supremo, 1985

Autor del audio: El propio autor del poema

Audio procedente de Cecilia

Suscríbete a nuestra lista de distribución
¡DIFUNDE LITERATURA!

Suscríbete a nuestra lista de distribución

¡DIFUNDE LITERATURA!

Vamos a lograr que la LITERATURA vuelva a ser importante en el aula. 

Vas a recibir un correo y TENDRÁS QUE CONFIRMAR TU SUSCRIPCIÓN.